La primera pregunta que hemos planteado al llegar al aula ha sido ¿Qué relación tengo yo con el emprendimiento?
En las respuestas de los participantes nos damos cuenta que existen muchas creencias erróneas sobre lo que significa crear tu propia actividad empresarial.
Es evidente que no todo el mundo tiene que emprender por muchas razones, y la causa de lo que a cada uno nos hace emprender puede ser muy variada:
- bien porque tengamos una empresa familiar, y le demos continuidad
- porque queramos tener autonomía sobre nuestras decisiones
- porque tengamos una idea y queramos desarrollarla
- …
Sin embargo, en muchas ocasiones el emprendimiento se plantea como una opción de urgencia para generar ingresos inmediatos. Tenemos que ser muy cuidadosos cuando se emprende por necesidad, y se insiste desde las administraciones públicas a las personas desempleadas. Pues el trabajo por cuenta propia exige de un colchón económico y además emocional. Hace falta un gran compromiso, mucha dedicación, y la adquisición de algunas competencias básicas como pueden ser:
- Planificar para construir una estratégica
- Saber transmitir muy bien el valor de nuestro producto o servicio para comercializarlo
- Identificar a nuestros clientes
- Automotivarnos porque cada día es un nuevo reto
- …
En ocasiones nos encontramos con potenciales emprendedores que no terminan de dar el salto pues se topan con muchas barreras externas de su entorno más cercano, además de sus propias creencias limitantes. Y tal vez si hiciéramos un análisis más en profundidad sí podrían llegar a crear su propia empresa.
Entre todos los participantes hemos seleccionado a varias personas con este perfil que están actualmente asistiendo a sesiones de consultoría para desarrollar su proyecto empresarial y que esperamos que en breve se conviertan en realidad.